
La obra de arte que puedes ver en la foto es toda una Yamaha SR 500 convertida en Café Racer por los chicos de Lossa Engineering, una moto hecha con buen gusto. Y es que lejos de las estridencias que suelen mostrar algunos preparadores, esta SR 500 sigue un lema con el que estamos muy de acuerdo: lo simple es bello.
Jay LaRossa es la persona que se esconde detrás de este proyecto. Este californiano de Long Beach lleva años especializado en convertir aburridas motos japonesas y británicas de los 60 y 70 en espectaculares modelos Café Racer. En su gremio es conocido como el 'hijo del arte', ya que se toma sus preparaciones igual que el pintor que se dispone a crear una gran obra.
La filosofía de Jay es simple: eliminar todo aquello que resulte superfluo y hacer una bestia increíblemente rápida. Es decir, que además del arte, LaRossa también se ensucia las manos de grasa. El motor mejora su respuesta gracias a unos pistones mejorados White Brothers y un nuevo carburador de compuerta plana Mikuni de 36mm. Los frenos son Brembo, las llantas son heredadas de una RD 400 y tanto el guardabarros delantero como el tanque de combustible y al asiento pertenecen a una Benelli de carreras.
En definitiva, Jay LaRossa ha sabido convertir una moto clásica y sobria como la Yamaha SR 500 en toda una Café Racer capaz de atraer todas las miradas.