 Redacción @todocircuitoweb |
Max Biaggi viajó el pasado fin de semana a Estados Unidos para asistir a la ronda de Laguna Seca de MotoAmerica, su campeonato nacional de velocidad. Allí, el piloto italiano tuvo la oportunidad de saludar a algunos rostros conocidos del mundial de 500 como Kevin Schwantz o Wayne Rainey, y además coincidió con un piloto al que conoce y respeta como poco, el español Carlos Checa.
Max y Carlos han tenido carreras deportivas muy paralelas; ambos superan ya los 50 años de edad, y los dos apostaron primero por el Mundial de Motociclismo para pasar después sus últimos años en el paddock del Mundial de Superbikes, una etapa que ambos recuerdan con cariño y de la que se despidieron con sus respectivos títulos mundiales del WorldSBK.
Biaggi se alegró especialmente de coincidir con Checa en Laguna Seca, y tras pasar un día entero al lado del piloto de Sant Fruitós de Bages, tuvo la gentileza de compartir un bonito recuerdo junto a Checa a través de sus redes sociales, una historia que sin duda refleja la calidad humana y deportiva de la que siempre ha hecho gala el piloto catalán.
"Vuelvo a escribir aquí después de un tiempo y lo hago tras presenciar la ronda de Moto América en el mítico circuito de Laguna Seca", empieza diciendo Biaggi. "Un día fantástico en el que, además de disfrutar de las motos en la pista, tuve el placer de encontrarme con Wayne Rainey, Kenny Robert Senior, Kevin Schwantz, Eddie Lawson y Carlos Checa. Experimenté grandes emociones, porque incluso antes de ser un piloto soy un gran fan, y compartir tiempo con tales leyendas es siempre increíble".
"El lunes pude pasar unas horas más con Carlos", prosigue Checa. "Fuimos compañeros de equipo en Yamaha de 1999 a 2002 y luego fuimos rivales tanto en MotoGP como en WSBK. En 2011 en particular hubo muchas y buenas batallas con Carlos, que llegó a ganar el título de WSBK", recuerda Biaggi en referencia al mundial que ganó Checa en 2011, convirtiéndose en el primer español que triunfa en este campeonato.
"El enfrentamiento entre Carlos y yo también continuó en 2012", narra Biaggi, que por aquel entonces competía en el Aprilia Racing Team mientras que Checa completaba su última temporada con la Ducati 1098R del Althea Racing antes del cambio a la 1199 Panigale.
"Cuando llegamos a Monza", prosigue Biaggi, "Carlos y yo estábamos luchando por el campeonato, separados por pocos puntos (ndr. sólo les separaba un punto, Max era líder). En la tercera vuelta de la Carrera 1 un violento aguacero y varias caídas obligaron a dirección de carrera a mostrar la bandera roja. En ese momento mi RSV4 tuvo un problema eléctrico y se apagó. Si no hubiera vuelto a boxes, no habría podido alinearme para la reanudación de la Carrera 1, perdiendo así puntos para el campeonato".
En ese momento, para sorpresa de Biaggi, llegó su salvador, que no era otro que el propio Checa: "Así que levanté la mano para indicar el problema y Carlos se me acercó. Me di cuenta de que quería ayudarme. Así que Carlos puso su pie derecho en el basculante de mi Aprilia, mientras que yo puse mi mano izquierda en el carenado de su Ducati y así fue como volvimos a boxes. Tardamos unos minutos en entrar en el pit lane y cuando volvimos a boxes, ¡yo tenía el hombro dolorido y Carlos el pie dolorido!".
"Gracias a ese noble gesto pude alinearme en la parrilla para la carrera 1. Después de varias discusiones, la carrera fue entonces cancelada, pero el hermoso gesto de Carlos permanece. Carlos y yo luchábamos por el título de 2012 y él no tenía por qué ayudarme", dice Max Biaggi de corazón.
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"Hoy cuando recuerdo ese episodio tengo sentimientos maravillosos, porque me alegra que entre uno de mis rivales y yo se haya podido generar esta relación basada en el respeto mutuo. De hecho, más allá de las peleas en la pista y las escaramuzas fuera de ella, aunque luches por el mismo objetivo, puedes respetarte profundamente. Una vez más, gracias Carlos. El motociclismo es realmente un deporte hermoso", sentencia el italiano, que ese año firmó su segundo y último título de Superbikes.
