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Quién más, quien menos, raro es el motorista que, al menos una vez en su vida, no ha intentado hacer un caballito. Ya sea a base de golpe de gas y cargando el peso detrás -típico en los scooters de 50 cc- o bien gestionando la potencia de una moto grande con el embrague -el clásico picotazo y tirón del manillar-, este truco no está exento de riesgos, e incluso cuando parece que todo está bajo control, puede llegar la catástrofe.
Un buen caballito es aquel en el que el motorista mantiene la rueda delantera en el aire durante varios segundos, jugando con el puño de gas y con su propio cuerpo para mantener la moto enderezada y equilibrada, algo que solo se consigue a base de muchos wheelies y de conocer a fondo las reacciones de nuestra moto.
El protagonista del vídeo que hoy os traemos demuestra ya desde el principio que esto de los caballitos no es ningún secreto para él; aprovechando el par motor de su Yamaha MT-07 y lo fácil que supone levantar una moto con manillar alto, el vídeo arranca con la rueda delantera de la Yamaha ya en el aire, e incluso vemos que el piloto se atreve a soltar el puño izquierdo para exhibir su destreza.
El truco parece ir sobre ruedas -nunca mejor dicho-, y es entonces, en el aterrizaje, cuando está a apunto de producirse la tragedia. Nada más contactar con el asfalto, el tren delantero de la Yamaha enloquece en lo que se conoce como efecto shimmie, es decir, una sacudida violenta del manillar producida por una descompensación de pesos excesiva que impide a la suspensión delantera recuperar su punto de equilibrio.
Lo habitual en los shimmies es que su efecto sea de unas décimas de segundo, una sacudida rápida que alerta al piloto de que algo no va bien, pero también hay situaciones como la vivida por este motero en las que el shimmie parece no tener fin y que, muchas veces, acaban en un inevitable accidente.
Esta vez, por fortuna, el protagonista del vídeo tuvo la destreza suficiente para agarrar bien el manillar y cortar por lo sano con las sacudidas, aunque no pudo evitar acabar subido al carril-bici que circula en paralelo a la carrera, en ese momento vacío. Sin duda, una lección aprendida y un susto de esos que los moteros nunca olvidamos.
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Puedes ver el vídeo a continuación: