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Atención fanáticos de las joyas del motociclismo, porque hay una pieza histórica que está a punto de cambiar de manos y posiblemente a un precio que no verías venir. Se trata de la legendaria Honda CX500 Turbo de 1982, la primera moto turboalimentada de producción de Honda, y una maravilla tecnológica de la época que está buscando un nuevo dueño.
Para entender lo especial que es esta CX500 Turbo, hay que hacer un poco de historia. A principios de los años 80, Honda quería demostrarle al mundo que podía hacer algo más que motocicletas fiables y fáciles de usar. Tenía que demostrar que podía innovar a lo grande, y lo hizo creando una moto que reunía todo lo que la tecnología de la época podía ofrecer: turboalimentación, inyección de combustible programada y control electrónico del turbo y del encendido. Estamos hablando de un motor V-twin a 80° de 497 cc montado longitudinalmente en el chasis, capaz de generar 82 caballos de potencia gracias a un turbo que soplaba a 1,3 bares.
Esta moto no solo era innovadora, era también una respuesta directa a la batalla por el dominio del mercado que Yamaha y Honda estaban librando en ese entonces. La CX500 Turbo era una declaración: Honda estaba dispuesto a jugar fuerte y a marcar la diferencia.
En teoría, la idea de Honda de aplicar un turbo a un motor de mediana cilindrada parecía perfecta. Más potencia sin tener que recurrir a un aumento significativo del peso: la receta de la felicidad en una moto deportiva. Sin embargo, la realidad no fue tan perfecta.
La CX500 Turbo tenía algunos fallos, por decirlo de manera elegante. Uno de los problemas principales era el famoso "turbo lag". Para quien no esté familiarizado, esto significa que había un pequeño retraso entre la apertura del acelerador y el momento en que el turbo realmente comenzaba a funcionar. Imagina intentar dar una vuelta rápida o salir de un cruce, y tu moto tarda en responder... pues sí, un poco frustrante.
Y a eso había que sumarle el precio: la CX500 Turbo era cara, tanto en su fabricación como en su mantenimiento. La combinación de un motor complejo, un turbo y toda esa electrónica hacían que esta moto no fuera precisamente la más amigable con el bolsillo. Además, su consumo de combustible tampoco era lo que se dice económico.
Conscientes de los problemas de la CX500 Turbo, Honda no se quedó de brazos cruzados. En 1983 lanzaron la CX650 Turbo, con varios ajustes para mejorar la experiencia de conducción. El control del turbo se simplificó, se modificaron las relaciones de marcha, y se incrementó la relación de compresión (de 7.2:1 a 7.8:1). En resumen, era una moto más suave y más fácil de manejar en el tránsito de "off-boost" a "on-boost".
Pero, el problema era otro: el mercado no estaba listo. La economía estaba tambaleante, y la gente no estaba dispuesta a gastar en una moto tecnológicamente avanzada pero complicada y cara. El sueño turboalimentado de Honda terminó casi tan rápido como comenzó.
Hoy, la Honda CX500 Turbo es una pieza codiciada por coleccionistas y entusiastas. No solo es una máquina que encapsula el deseo de innovación de una era, sino que además representa un pedazo del espíritu de los años 80, cuando los fabricantes de motos estaban dispuestos a arriesgarse y a experimentar.
Con un precio estimado entre 3.450 y 5.750 euros (que al cambio viene a ser un precio de ganga considerando la rareza del modelo), esta icónica máquina será subastada el domingo 10 de noviembre con motivo de The Iconic Sale at the NEC Classic Motor Show 2024, en Birmingham. Sí, al precio de lo que te cuesta una naked bicilíndrica de gama media actual puedes hacerte con este pedazo de nostalgia ochentera.
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La unidad que se subastará está en condición original y sin restaurar, y sí, sigue funcionando. Incluye un MOT vigente (lo que en Reino Unido certifica que la moto está en condiciones de circular), y viene con toda la documentación correspondiente.