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Cuando no está interpretando a Amador Rivas en La que se avecina, Pablo Chiapella disfruta de su otra gran pasión: las motos. Y no hablamos de un simple hobby, sino de una relación que empezó hace décadas, con un Vespino destartalado, y que ahora lo ha llevado a subirse a una de las motos más imponentes del mercado: la BMW R 1300 GS.
Para el actor manchego, las motos llegaron antes que la interpretación. "Lo mío con las motos fue amor a primera vista. Mi primera moto fue un Vespino de hace más de 50 años, que era de mi tío Juan Manuel. Más que una moto, era un hierro… pero para mí era un avión", recuerda con nostalgia en una entrevista recogida por la revista digital de BMW Motorrad España
Sacarse el carnet fue cuestión de un intento. "Fue el último año en que te sacabas todas las cilindradas con un solo examen. Desde entonces, todo ha cambiado, pero mi amor por las motos sigue intacto", confiesa.
Si hay algo que muchos seguidores de La que se avecina recuerdan es la famosa frase de Amador Rivas: "¡Yo quiero una moto!", convertida casi en un himno para los moteros y fans de la serie. Pero, ¿qué tipo de motos le gustan en la vida real a Chiapella? "Me encantan las trail porque son polivalentes. Puedes ir por carretera, meterte por caminos de cabras o subirte a una montaña con un bocata. Pero las retro también me chiflan… ese veneno Vespinero nunca se va", admite.
Su uso de la moto es mixto: "Para el día a día es un lujo, te olvidas de atascos y de aparcar en el centro. Pero donde realmente disfruto es en una buena ruta de fin de semana, carretera abierta y una paradita para unas tapas en un bar con solera".
Entre todas las motos del mercado, Chiappella ha elegido la BMW R 1300 GS en el acabado Option 719, una maxi-trail que es sinónimo de aventura. "¡Menuda máquina, qué envidia doy! Es como llevar un sofá de cuero con ruedas… pero que corre como un misil", bromea. Pero no todo es velocidad: "Es cómoda, estable y, sobre todo, fiable. Ideal para viajes largos y para disfrutar cada kilómetro", destaca el actor.
¿Y por qué una GS? "Es versátil, robusta y tiene un equilibrio brutal entre potencia y control. Además, tiene ese punto ‘explorador’ que me encanta. Puedes ir desde una autopista alemana hasta un camino perdido en Valdevanga (Albacete) sin que se inmute".
Aunque tuvo otras candidatas en mente, como la BMW R nineT Scrambler, al final la GS lo conquistó. "Es como si me estuviera llamando por mi nombre", asegura.
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Tener una moto de este calibre despierta inevitablemente la pregunta: ¿veremos a Chiapella y su BMW R 1300 GS en algún proyecto televisivo? "Pues mira sí, hay una cosita circulando que no puedo contar aún para no cagarla, donde yo y la BMW hacemos equipo", adelanta sin dar más detalles.
