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Moto grande parece, miniatura es. Porque si hay una moto que es una leyenda viviente de las dos ruedas de nuestro siglo XXI, esa es precisamente la Kawasaki Ninja H2R. Es oficialmente (que se lo digan a Kenan Sofuoglu) la moto de producción más rápida del mundo, y por su diseño y prestaciones, es una de las motos más deseadas y codiciadas de todo el mundo.
Y aunque las normativas de gases aprieten, los de Akashi la siguen manteniendo viva para este 2025: 310 CV de pura potencia japonesa, pero sin homologación para circular por carretera y a un prohibitivo precio de 57.000 euros.
Para quien no se pueda permitir semejante capricho, y únicamente para meterla a circuito, digamos que hay una versión mucho más asequible de la Ninja H2R. Es a miniatura, pero quizá eso no te importe mucho cuando sepas que funciona, literalmente, y que hasta el propulsor de cuatro cilindros suelta vapor.
Es la Kawasaki Ninja H2R de Nikola Toy. Y no es un juguetito sin más. Está hecho en gran parte de aluminio, y cada detalle está reproducido fielmente en relación con la deportiva japonesa original. Es algo así como un pequeño simulador que se enciende, suena y echa humo al mismo tiempo.
Por si no fuera poco, viene equipada hasta las trancas. Su nivel de simulación es impactante: horquilla invertida, mismo basculante monobrazo que rebota y se mueve hacia dentro y hacia afuera, imitando los vaivenes de la suspensión, así como llave de encendido, faros delanteros y traseros con iluminación...
Lo mejor de todo es que, como en la normal, no tendrás que gastarte el dinero en gasolina. Esta, en su lugar, utiliza agua. La rellenas el depósito con agua, giras la llave (literalmente) y la moto enciende. Entonces presionas el botón de arranque y surge la magia: sale humo del escape y la moto enciende el propulsor tetracilíndrico.
Si pensabas que la experiencia ahí, espera retorcer el puño de gas. Sí, al acelerar también aúlla el motor, que procede de un altavoz oculto que hasta gira la rueda trasera elevada sobre un caballete.
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¿Es cara? Pues bueno, no demasiado. Al menos teniendo en cuenta otros modelos de otras marcas que son una simple maqueta. Esta, siendo plenamente funcional, cuesta 116,95 euros, más gastos de envío. También trae dos caballetes para las ruedas, una batería, un cable de carga USB y una mini botella para llenar el depósito con agua.