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Han pasado ya unos cuantos años, pero en MotoGP hay recuerdos que, aunque estén aparcados, no se olvidan. Uno de ellos es el complicado test de Buriram 2018 para Jorge Lorenzo, cuando aún vestía de rojo Ducati y luchaba por encontrar su sitio tras un primer año complicado. Ahora, Davide Tardozzi, team manager del Ducati Lenovo Team, ha echado la vista atrás en una charla con GPone.com y ha desvelado detalles inéditos de lo que ocurrió realmente en aquel test que dejó al mallorquín completamente descolocado.
Era el segundo año de Lorenzo como piloto oficial de la fábrica de Borgo Panigale. En 2017, su temporada de debut con la Desmosedici acabó con un séptimo puesto en la general y solo tres podios en el casillero. Pero para 2018 había optimismo: la GP18 prometía, y el test inicial en Sepang había dejado buenas sensaciones. Sin embargo, el siguiente paso, en Buriram, fue un desastre. Lorenzo terminó con el 16º mejor tiempo tras tres días de pruebas y un mar de dudas.
"No voy cómodo, no me salen los tiempos", reconocía entonces Lorenzo. "Con la moto en buen estado sigo lejos de los más rápidos, especialmente de Márquez que está muy fuerte aquí". El #99 lo probó todo en Tailandia: la moto de 2018, la del año anterior, piezas mezcladas de ambas versiones, diferentes depósitos, chasis alternativos... pero nada funcionaba. El rompecabezas no tenía solución.
Y ahora Tardozzi aporta una nueva pieza clave para entender aquel episodio: “En aquel primer test estuvo mal aconsejado por una persona externa que le metió algo en la cabeza”, explica. El dirigente italiano no quiso dar nombres, pero sí dejó claro que la situación se complicó por influencia de alguien ajeno a Ducati. “Gigi quería contentar a Jorge porque estábamos empezando con él, pero fue un error. Él mismo lo entendió después”.
Tardozzi compartió esta reflexión con Fabiano Sterlacchini, quien por aquel entonces era coordinador técnico del proyecto MotoGP de Ducati y hoy ocupa el cargo de Director Técnico en Aprilia Racing. “Curiosamente estuve hablando hace poco con Fabiano de esto. Empezamos a hablar del test de Tailandia y nos acordamos de aquel test con Jorge, por eso me río, porque en aquel test ocurrió de todo”, confiesa Tardozzi entre bromas, dejando entrever el caos que se vivió dentro del box rojo.
Pese a ese bache, Tardozzi no escatima en elogios al paso de Lorenzo por Ducati. “Tengo que puntualizar que Jorge aportó un gran 'input' en el desarrollo y la mejora de la moto, porque nos dio información muy importante que está detrás de algunos de los conceptos que usamos hoy en día”, afirma. “Fueron dos años importantes para nosotros, porque con un cinco veces campeón del mundo no podía ser de otra manera”.
Y aunque aquel 2018 comenzó con tropiezos, acabaría viendo a Lorenzo subirse a lo más alto del podio con Ducati en varias ocasiones, demostrando que, una vez se despejaron las dudas y se alinearon las piezas, el talento seguía intacto.
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Tardozzi también aprovechó para valorar el presente de la marca, subrayando el nivel alcanzado por la Desmosedici actual: “Como dice Pecco, es realmente difícil mejorar esta moto. Nos hemos dado cuenta de que Dall'Igna y sus chicos han creado una moto realmente extraordinaria, y mejorarla para nosotros es un problema”. Aun así, no cierra la puerta a futuras sorpresas: “Pero conozco a Gigi, su capacidad e innovación, y sus chicos siempre tienen ideas en la cabeza, así que... quién sabe”.
