![]() @johnnyfumi |
Jack Miller ha levantado la voz sobre una situación que pocos se atreven a mencionar y que ya ha sido objeto de crítica por otros pilotos en el pasado: los bajos salarios que reciben los jóvenes que debutan en MotoGP. En el podcast Gypsy Tales, Miller reveló que algunos rookies han firmado contratos por tan solo 60.000 dólares australianos (él habla en dólares australianos porque es australiano), unos 32.700 euros, sin bonificaciones y asumiendo todos los riesgos del deporte, denuncia.
Miller, que debutó en 2015 con un salario base de 250.000 AUD (alrededor de 136.000 euros), denuncia una tendencia alarmante: el “sueño” de correr en MotoGP cada vez cuesta más a nivel personal y económico. “Tienes que entrenar como un animal, dejar tu país y no tienes una segunda opción. Pilotar es lo único que sabemos hacer”, explicó. Y añade: “Lo haría gratis porque me encanta, pero la gente debería saber lo que dejamos atrás para estar aquí”.
La expansión de los equipos satélite ha contribuido al problema. Con menos presupuesto que los equipos de fábrica, buscan jóvenes talentos dispuestos a aceptar sueldos bajos con tal de conseguir un lugar. Esto ha generado un ciclo peligroso: aceptar menos se convierte en la norma, y los equipos se acostumbran a pagar poco por mucho, demanda: “Tenemos más pilotos cobrando que cuando yo empecé, pero ya no es como antes. Aquellos tiempos se han acabado”.
Además, el declive de fabricantes japoneses como Honda o Yamaha, que antes eran conocidos por pagar bien, ha dejado a los pilotos a merced de equipos europeos con modelos de negocio más ajustados. Marcas como Ducati, Aprilia o incluso KTM han tomado el relevo, pero con una filosofía clara: invertir en la moto, no en el piloto. “Hoy se apuesta por la máquina, no por quien la lleva”, apuntó.
Más allá del dinero, el piloto australiano subrayó el costo humano: adolescentes que dejan su país a los 13 o 14 años, sin red de seguridad ni garantía de carrera a largo plazo. “Esto no es solo un deporte, para muchos es vida o nada”, sentenció. La falta de alternativas, de planes de carrera y de estabilidad agrava aún más una situación ya de por sí precaria. “No tenemos otras habilidades. Pilotar es todo lo que sabemos hacer”, repitió.
Miller no reveló el nombre del piloto que firmó por 60.000, pero insistió en que el problema es sistémico. Algunos apuntan a rookies recientes como Pedro Acosta o Fermín Aldeguer, aunque el verdadero problema no es quién, sino cuántos: “Hay más pilotos aceptando contratos bajos solo para tener una oportunidad”, advirtió.
Leer también: ¿Qué le dice Rossi a sus pilotos? Las cámaras del VR46 lo filtran por primera vez
Su mensaje es claro: si MotoGP no reestructura su modelo económico, corre el riesgo de perder a sus futuras estrellas. “Es un deporte precioso, pero no debería tener un precio tan alto a nivel personal", lamenta.